Como en años anteriores, el miércoles por la tarde antes del concurso, Angel G. Piñero y su mujer Catherine abren las puertas de su casa a los participantes del concurso para tener un primer contacto con ellos. Este es un acto distendido, que acompañado de unos aperitivos, crea un ambiente cordial fuera de la competición. Allí mismo se procede al sorteo del orden de participación en el concurso.